jueves, 27 de enero de 2011

Es cosa de la pasión...

El otro día, por casualidad, di con esta noticia en Internet: “Detenido el ladrón de fotos de Conde Nast”. 
Me picó la curiosidad y resulta que este tipo, Ross Ulrich de 22, se dedicó a hackear la base de datos de Conde Nast para publicar fotos exclusivas de revistas como Vogue, W, Teen Vogue o GQ. Descargó 1000 y pico fotos, seleccionó las que más le gustaban (aquellas de sus héroes fotógrafos favoritos como Mario Testino, Steven Klein o Bruce Weber) y las subió a su Blog. ¿Qué estaba pensando?, ¿creyó que no le pillarían?, ¿que no le denunciarían? Por lo visto su obsesión fue más allá que el propio miedo. 

Teniendo en cuenta la importancia que puede llegar a tener un Blog hoy en día tanto a nivel social como ecónomico, el chaval no tenía mal enfocada la idea... solo que se olvidó del tema legal.

Las pasiones nos nublan la mente, nos atontan los sentidos y nos vuelven locos, pero ¿tanto?...

Un par de días después de sentirme toda una detective y seguir investigando a Ross hablaban de cárcel, de pérdidas millonarias para Conde Nast, y de una indemnización desorbitada, pero finalmente el ladronzuelo tan solo tendrá que pagar $12.500 dada su situación de estudiante (de diseño gráfico, por cierto). Está claro que se debería plantear estudiar periodismo e informática. A la vez.


Os dejo el link de la noticia y añado unas fotografías de Steven Meisel y otra de una ladrona muy estilosa con zapatos de suela roja, que me llevan a imaginar una situación parecida por el robo de un Balenciaga City, ¡qué bonito es! (ejem), a manos de una loca estudiante de diseño de moda...




































Y la ladrona más elegante:





Fdo: La ladrona del Balenciaga
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Isabel Cid

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